domingo, 31 de agosto de 2008

República Dominicana



La República Dominicana es un país que ocupa algo más de los dos tercios orientales de la isla de Santo Domingo, que lleva ese nombre desde hace 150 años, pero es conocida por su antiguo nombre de La Española, en el Archipiélago de las Antillas. Limita al norte con el Océano Atlántico, al sur con el Mar Caribe o Mar de las Antillas, al este con el Canal de la Mona, que la separa de Puerto Rico, y al oeste con la República de Haití. Tiene una superficie territorial de 48.442 km² y una población de más de nueve millones de habitantes. La sede del gobierno y capital del país es Santo Domingo de Guzmán. Su idioma oficial es el español.
La forma de gobierno es República presidencialista y su actual presidente es Leonel Antonio Fernández Reyna

Geografía

El territorio de la República Dominicana comprende la parte oriental (74%) de la Isla de Santo Domingo o Hispaniola, situada en el Mar Caribe, la cual es la segunda isla en tamaño de las Antillas. Su extensión total es de 48.730 km², de los cuales 350 km² están cubiertos por agua. Sus dimensiones máximas son:

  • 390 Km. de este a oeste (Cabo Engaño a Las Lajas)
  • 265 Km. de norte a sur (Cabo Isabela a Cabo Beata)

Limita al oeste con la República de Haití (276 km de frontera) y está separado al este de la isla de Puerto Rico por el Canal de la Mona. Colinda al norte con el Océano Atlántico a lo largo de 586 Km. de costa y al sur con el Mar Caribe en una distancia de 545 Km.

Su antípoda es el Océano Índico y la Costa Norte de Australia.

Relieve

El territorio dominicano ofrece un aspecto montañoso en su mayor parte, con cuatro ejes orográficos principales, orientados de Oeste a Este, siendo la Cordillera Central la más importante de la isla, poseedora del Pico Duarte con 3087m, la máxima elevación de las Antillas. Otros sistemas montañosos son la Cordillera Septentrional o Sierra de Monte Cristi, la Cordillera Oriental, la Sierra de Yamasá, la Sierra de Samaná, la Sierra de Baoruco, la Sierra de Neiba y la Sierra Martín García.

Demografía

El último censo realizado en el país, en el año 2002, arrojó una población de 8.562.541 (4.265.215 hombres y 4.297.326 mujeres). Para el 2008, se estima que la población es de 9,523,209 personas.

La mayor parte de la población dominicana está formada por una mezcla de descendientes de europeos y africanos, representando este grupo aproximadamente el 73% de la población. Aproximadamente un 11% de los dominicanos son principalmente de ascendencia africana. Un 16% son blancos, en su mayoría de ascendencia europea al igual que árabe (libaneses, palestinos, sirios, etcétera). La población taína es inexistente.

Los haitianos son el grupo minoritario más grande. Se cree que hay unos 1,500,000 (o un 14% de la población). Claro esta cifra no es tan exacta, pues no existen datos precisos acerca de la cantidad de haitianos que residen ilegalmente en República Dominicana. Se estima que serían 1,430,000, lo que indica que solamente 70,000 mil haitianos viven legalmente en el país de acuerdo con Human Rights Watch. Muchos de los haitianos son inmigrantes ilegales, otros son nacidos en país y algunos son inmigrantes legales. La Oficina Nacional de Estadísticas estima que la población actual de inmigrantes haitianos es de aproximadamente 1,000,000. Existen también minorías asiáticas mayormente de origen chino o japonés que representan el 1% de la población.

Desde los años 1960, problemas económicos han provocado la migración de muchos dominicanos a Estados Unidos, principalmente a las metrópolis costeras del Este. Los dominicanos son uno de los grupos más numerosos de latinos en Estados Unidos de América, después de los mexicanos, puertorriqueños y cubanos.

Economía

La moneda nacional de la República Dominicana es el peso oro. Su símbolo es RD$ y se divide en cien partes iguales denominadas centavos. De acuerdo con la Constitución del país, la emisión de la moneda nacional es responsabilidad de una entidad emisora única y autónoma, el Banco Central de la República Dominicana, cuyo capital corresponde exclusivamente al Estado dominicano.

La República Dominicana es un país en vías de desarrollo de ingreso medio, dependiendo principalmente de la agricultura, comercio, servicios y, especialmente, turismo. Aunque el sector servicios ha sobrepasado a la agricultura como el principal proveedor de empleos (debido, sobre todo, al auge y crecimiento del turismo y las Zonas Francas), la agricultura todavía se mantiene como el sector más importante en términos de consumo doméstico, y está en segundo lugar (detrás de la minería) en términos de exportación. Las Zonas Francas y el turismo son los sectores de mayor crecimiento. El turismo aporta más de un US$1,000 millones al año.

Luego de la recesión económica durante la segunda mitad de los 80 y principios de los 90, durante la cual el PIB se contrajo un 5 % y la inflación alcanzó un 100%, la República Dominicana entró en un período de crecimiento moderado y de disminuyente inflación hasta el 2002, luego del cual la economía entró en recesión. El PIB se contrajo un 1% en 2003, mientras la inflación se disparó por encima del 27%.

A pesar de un creciente déficit comercial, el turismo y las remesas han ayudado a obtener reservas en moneda extranjera. En la actualidad, las remesas provenientes de EUA, Europa y otros países, constituyen parte de la economía nacional. Las remesas de los dominicanos que viven en Estados Unidos se estiman en unos US$1,500 millones por año.

El Informe Nacional de Desarrollo Humano del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD): República Dominicana 2005, establece que este país se ha insertado en la economía mundial de manera social y políticamente excluyente, conociendo tasas de crecimiento económico promedio anual en los últimos años por encima del 5%.

Sin embargo, el carácter excluyente del modelo económico que se ha impuesto, no ha revertido este crecimiento al bienestar de la población. Todo lo contrario, el informe señala que la República Dominicana al año 2002, era el país número 13 (de un total de 177 en el mundo) que menos había aprovechado para mejorar el posicionamiento en el Índice de Desarrollo Humano (IDH). Con esto se puede hablar de un fracaso de las élites políticas de los últimos 50 años en conducir a su población a estadios de bienestar y seguridad. Por igual, el informe deja claramente establecido que el problema de la economía dominicana no es de inserción en mercados, sino de estrategias de competitividad que debieran estar asociados al bienestar de su población.

Una recesión económica que se presentó en 2003, produjo un freno de la economía a causa de fraudes bancarios (más de RD$89,000,000,000, equivalentes a US$4,900,000,000), destacándose el fraude del Banco Intercontinental (BANINTER) (RD$ 55,000,000,000, equivalentes a US$3,100,000,000), más una fuga de capitales. El déficit total ascendió a cerca de los US$7,000,000,000 (RD$125,000,000,000), representando poco más de un tercio del Producto Interno Bruto del 2002. Añadido a esto surgió una especulación respecto a los índices reales, que sobrepasó un 130% en el 2003 con respecto a la moneda nacional, debiéndose ésta a una fuga de más de US$1,500,000,000, y una inflación de cerca del 42%, lo que comprimió aún más el PIB del año 2003, que finalmente decreció un 1%.

La corrupción administrativa generalizada y asociada a estas quiebras, y la acentuación de la crisis del sector eléctrico, causaron un cambio en la economía dominicana que nunca se había visto antes. La magnitud de la crisis hizo colapsar sectores completos de la economía, y se estima, que entre un 12 a un 15% de la población pasó de ser pobre a muy pobre o indigente[significando esto alrededor de dos millones de personas.

La economía comienza a recuperarse, influenciada por medidas regulatorias de la economía que promovía el Fondo Monetario Internacional, tras la firma de un acuerdo Stand-by, cuya gestión había iniciado Mejía hacia el final de su mandato presidencial.

A partir de mediados de 2004, los indicadores económicos muestran mayor estabilidad, destacándose la apreciación del peso dominicano frente al dólar estadounidense y la disminución de la inflación. Aunque a finales del tercer trimestre del 2005 se están manifestando posibles alzas en los indicadores financieros. El dólar estadounidense (US$), ha sufrido fluctuaciones entre los RD$28.75 y RD$32.80 por US$1.00 (previamente, y durante un semestre se mantuvo entre RD$27.50 y RD$28.30 por US$1.00), así como un incremento progresivo de los precios de los hidrocarburos (los cuales ascendieron un 20% en dos semanas llevándolos a niveles nunca antes vistos), y por primera vez desde el año 2004 se previó una inflación positiva.

La construcción, el turismo y las telecomunicaciones se convirtieron en los sectores a la vanguardia en la economía del país. Sin embargo, no hay que olvidar lo sostenido por el Informe Nacional de Desarrollo Humano 2005 del PNUD/RD, cuando señala que el modelo actual de turismo no constituye, a pesar de su vigor, una propuesta sostenible, y que si el mismo "no se modifica, se agota".

Según el citado informe, las externalidades negativas relacionadas con la inseguridad ciudadana, el deterioro medioambiental (que va desde desmonte de áreas protegidas, destrucción de hábitat de especies endémicas, hasta el uso de fuentes de agua para propósito de desechos y destrucción de manglares y de ámbitos marinos), la especulación inmobiliaria, y sobre todo, la exclusión de la población dominicana y su valor agregado al contexto de la actividad turística, son factores de mediano y largo plazo que "harán insostenible en el tiempo esta actividad", más aún con la fuerte competencia que el mismo entraña en el ámbito caribeño.

La administración de Fernández está trabajando para incrementar la capacidad de producción de energía eléctrica, pieza clave para el crecimiento económico continuado, aunque su problema principal no es de generación sino de financiamiento; el sistema eléctrico dominicano es impactado sensiblemente por el robo energético y las bajas cobranzas del servicio. La compañía eléctrica estatal fue privatizada, luego de numerosos retrasos. Tras muchas posposiciones de soluciones de préstamos internacionales (Banco Mundial y otros), la superación del déficit del suministro energético, parece estar aún muy lejana. El Acuerdo de Madrid, mediante el cual el país volvió a comprar las empresas distribuidoras de energía y se planteó a largo plazo el pago de las deudas en el sector eléctrico (al 2015), así como las medidas actuales, son apenas un paliativo a la difícil situación del sector.

Desde 2005, la República Dominicana participa en el acuerdo energético Petrocaribe, a través del cual varios países de la región pueden adquirir petróleo y derivados a Venezuela en condiciones favorables.

El PIB nominal de la República Dominicana en el 2005 fue de US$29,333 millones de dólares, y de US$3,247 dólares la renta per. cápita. El salario mínimo se acerca a los US$240 mensuales.

La economía dominicana es particularmente dependiente de los flujos de capital desde Estados Unidos, representando éste el primer rubro de intercambio comercial (87.5% en las exportaciones hacia el 2000, y cerca de un 61% en las importaciones). Con la firma del DR-CAFTA se prevé que ambos índices se incrementen aún más entre ambos (98% en exportaciones y cerca de un 75% en las importaciones), expresando así una cifra de aproximadamente US$32,000,000,000.

La Cámara de Representantes del Congreso de los Estados Unidos aprobó el 28 de julio del 2005 el DR-CAFTA, firmado luego por el presidente de EE.UU. el 2 de agosto de 2005. Este acuerdo ha generado opiniones divididas en la población con respecto a si beneficiará o perjudicará a productores locales y a la población en genera.

Exportaciones a

País

Porcentaje

Estados Unidos

87.3 %

Países Bajos

1.1 %

Canadá

0.7 %

Francia

0.7 %

Otros

10.2 %

Importaciones de

País

Porcentaje

Estados Unidos

60.5 %

Japón

10.4 %

México

4.7 %

Venezuela

3.0 %

Otros

21.4 %

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